Siguiendo con el tema de esta semana que Vanessa exploró en su columna La otra cara de la mo(ne)da: ¿Cuánta sangre vale una camiseta de H&M?, hoy quiero recomendarles un documental: The true cost del director Andrew Morgan.
Lo vi por primera vez hace tres años y fue gracias a él que empecé a cambiar mis hábitos de consumo, no solo con la ropa, en general. En este documental es posible abrir los ojos frente a la cruda realidad que viven los trabajadores de reconocidas marcas de ropa y su impacto en el medio ambiente como la segunda industria más contaminante del mundo.
Realidades como la de Bangladesh, Camboya, entre otras, donde actualmente se produce el 97% de la ropa que Estados Unidos utiliza, son protagonistas junto con el glamour de los desfiles de moda y varias de las marcas de ropa más grandes del mundo. Aquí nos damos cuenta que no solo las marcas de «fast fashion» sino también grandes firmas de moda tienen a sus empleados en condiciones deplorables.
No les voy a adelantar mucho para que se lo vean pero los invito a que cuestionemos más la sociedad de consumo en la que vivimos. Me uno a la invitación de preguntarnos siempre de dónde proviene cualquier producto que estemos comprando, que le apostemos a los productos nacionales y que cambiemos nuestro chip y empecemos a adquirir ropa usada. Esto último puede ser controversial pero les aseguro que no se arrepentirán después que empiecen a hacerlo.
¡Les dejo esta pirámide para que la consideren y ojalá empiecen a aplicarla!